MISIÓN:

Satisfacer el paladar de nuestros clientes con la tradición de los dulces morelianos de tamarindo con chile.
Aprovechar la mayor cantidad posible de frutas naturales oriundas de la región para elaborar dulces de calidad total.
Trabajar por el bienestar de nuestros trabajadores.
Mantener una relación permanente con nuestros proveedores, distribuidores, trabajadores y sobre todo nuestros clientes.

VISIÓN:

Ser una empresa líder en nuestro mercado, así como innovar y crecer como empresa familiar, hacer que perdure la tradición de nuestros dulces al mismo tiempo de sacar nuevos productos al mercado, cumplir con las expectativas de nuestros consumidores y lograr el posicionamiento de la marca en el mercado nacional e incluso incursionar en el mercado internacional.


 

VALORES:


 

* Compromiso

* Responsabilidad

* Honestidad

 

* Servicio

* Eficiencia

* Trabajo en equipo

 

* Calidad

* Disponibilidad

* Integridad


Nuesta Historia
Don fransisco torres villicaña
(1922 - 1998)


Un hombre siempre modesto fue el creador de los principales avances en la mecanización industrial para la elaboración de dulces regionales morelianos.

Sus inventos han sido de gran utilidad para la economía de la región, ya que la mayoría de las fábricas dedicadas a la producción de este tipo de dulces, se ha beneficiado con alguno de los procesos industriales que Don Francisco desarrolló. Entre sus principales aportaciones se encuentran las bandas de secado para la elaboración de laminillas y serpentinas así como las empacadoras de serpentinas.

La fábrica de dulces “La Orquídea” surgió en la década de los 50´s, cuando Don Francisco Torres Villicaña, heredero de una tradición familiar iniciada con su mama Doña Dolores en la elaboración de ates, jaleas, laminillas y serpentinas de diversos frutos (principalmente tejocote, guayaba, membrillo y perón), decidió crear su propia empresa nombrándola “La Orquídea” en honor a la reina de las flores, la más hermosa y cotizada. Michoacán cuenta con una variedad de más de 200 tipos.

En un inicio produjo los dulces tradicionales que empacaba en diferentes presentaciones como estuches, cajitas y bolsas. 

En 1968 se inició la elaboración de serpentinas de tamarindo con chile y sal, dulce de gran aceptación desde entonces, especialmente entre niños y jóvenes. Creció tanto la demanda de estos productos que la empresa se enfocó fundamentalmente a la elaboración de dulces de tamarindo con chile como son sus famosos productos: serpentina, tronkito, cazuelita, checolines y barrita. Cada uno de estos productos tuvo tanta demanda que surgieron varias empresas dentro de la familia manteniéndose todas unidas bajo el nombre de la orquídea.

Al fallecimiento de Don Francisco, sus hijos heredaron la fábrica,  y éstos optaron por abrir sus propios negocios, así que se pierde la sociedad de la orquídea.

José Jaime Torres Dufau (hijo de Don Francisco) continuó con la tradición de los dulces de La Orquídea y en  enero de 2005 cambia el nombre a Dulmich, S.A. de C.V. siendo una empresa competitiva que busca el mejoramiento continuo en todos los procesos y en los productos finales. Se interesa por invertir en instalaciones y maquinaria que facilite los procesos para lograr una mayor capacidad de producción y así poder abrir nuevos mercados.
Es una organización que se ha identificado por diversificar sus líneas de producción, ofreciendo una gran variedad de productos enfocados a dos diferentes mercados, “el popular”, que se vende en misceláneas, la que se denomina “Línea Dorada”, apropiada para ser exhibida en farmacias y tiendas de autoservicio y también la “Línea para Brochetas”, ideales para fiestas y ocasiones especiales. Además tiene varios proyectos para lanzar al mercado nuevos productos de tamarindo e innovar el empaque de sus productos.


POR ESTA RAZON, TENEMOS UNA DULCE TAREA…